En el poema “La mujer científica”, de la reconocida escritora y maestra Dolores
Correa Zapata (1853-1924), además de apreciar los recursos literarios que lo
componen, podemos conocer las ideas que en él manifiesta su autora, a saber: la
condición misérrima de la mujer, el rechazo de la sociedad cuando aquélla hace valer
su sabiduría y el difícil camino que tiene que vencer al “cruzar la senda de la
ciencia vasta”.
Una situación que no le era desconocida a Dolores, quien tuvo que trasladarse de su
tierra natal, Tabasco, a la Ciudad de México para obtener, en 1884, el título de
profesora de instrucción primaria, siendo de las primeras mexicanas en lograrlo. En
1890 ocuparía la subdirección de la Escuela de Instrucción Primaria, anexa a la
Normal de Profesoras. Su experiencia y su intelecto fueron celebrados al ser
comisionada para examinar otros modelos educativos en Alemania.
A través de su vocación como docente y escritora, Correa Zapata no sólo defendió la
educación como una herramienta necesaria para el crecimiento intelectual y moral de
la humanidad; además, fundó la Sociedad Protectora de la Mujer (1904), la cual les
brindó una formación centrada en la ciencia, las bellas artes y la industria,
También creó las revistas La Mujer Mexicana (1904-1909) y La Miscelánea
del Pueblo (1904), esta última fundada junto con su hermano Alberto.