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Lienzo de animales fantásticos

Lienzo de animales fantásticos

 
 

Institución: Museo Nacional de Culturas Populares

Tenango de Doria se localiza en la parte oriental del estado de Hidalgo, en la región conocida como sierra Otomí-Tepehua. En la época prehispánica esta zona estuvo habitada por tepehuas, totonacos y nahuas. En la actualidad, el lugar es reconocido internacionalmente por ser la cuna de los llamados Tenangos, un tipo de textil muy especial, en el que aparecen animales y otros elementos de la naturaleza bordados en vivos colores sobre fondos blancos. El objeto destacado que presentamos es un ejemplo de este tipo de manifestación que por su belleza y por la importancia que tiene tanto para los hidalguenses como para los mexicanos en general, ha adquirido la categoría de patrimonio cultural. Sin embargo, estas mismas peculiaridades en su fabricación, sus cualidades estéticas y la iconografía utilizada, han ocasionado que empresas, diseñadores y comerciantes hayan intentado reproducirlos sin autorización de sus creadores.

 

Fue a inicios de los años sesenta cuando se originó este tipo particular de bordados, gracias al intercambio comercial y cultural que se llevaba a cabo entre los pueblos San Nicolás, Tenango de Doria y San Pablito Pahuatlán. Durante los días de plaza, los bordadores de Tenango vendían servilletas y manteles de manta decorados con la técnica de punto de cruz, pero se dieron cuenta de que ésta era muy tardada y decidieron cambiarla a la conocida como “pasado cruzado”. Las figuras elaboradas sobre el lienzo ya representaban la flora y la fauna de la región, pero después se incluyeron escenas de la vida cotidiana y festiva. Algunos bordadores incluso mencionan que la iconografía original se basó en las pinturas rupestres que se encontraron en una cueva cerca a El Cirio, espacio sagrado para los habitantes de la región. Por ello, inicialmente los bordados sólo eran en colores rojos y negros, haciendo alusión a aquellas pinturas.

 

Esta pieza titulada Lienzo de animales fantásticos está elaborada con la técnica clásica del “pasado cruzado” con hilos de algodón multicolores. Los tonos elegidos son contrastantes y no tienen que ver con el color original del animal representado, característica esencial de estos trabajos. Diseños como el de este tejido son interpretaciones particulares de la realidad y provienen de la imaginación de los bordadores, por lo que cada uno es original e irrepetible. Además, según los criterios de fabricación de los Tenangos, no deben verse los trazos del dibujo a través de los hilos, la parte trasera del textil tiene que ir sin pliegues, y la puntada necesita verse como una línea continua que traza toda la figura, elementos que les permiten a sus creadores establecer fronteras de identidad étnica y regional. Por su valor artístico y cultural, es imprescindible conocer estos materiales, conservarlos y difundirlos.

 

Material de apoyo:

Vargas González, Pablo, “Pobreza, migración y desempleo: mujeres en la región otomí-tepehua de hidalgo”, en Nueva Antropología, vol. 34, núm. 75, diciembre de 2011, pp. 93-109.

Vázquez y de los Santos, Elena, Los Tenangos. Mitos y ritos bordados. Arte textil hidalguense, Conaculta, México, 2012.

 

Institución: Museo Nacional de Culturas Populares

Tenango de Doria se localiza en la parte oriental del estado de Hidalgo, en la región conocida como sierra Otomí-Tepehua. En la época prehispánica esta zona estuvo habitada por tepehuas, totonacos y nahuas. En la actualidad, el lugar es reconocido internacionalmente por ser la cuna de los llamados Tenangos, un tipo de textil muy especial, en el que aparecen animales y otros elementos de la naturaleza bordados en vivos colores sobre fondos blancos. El objeto destacado que presentamos es un ejemplo de este tipo de manifestación que por su belleza y por la importancia que tiene tanto para los hidalguenses como para los mexicanos en general, ha adquirido la categoría de patrimonio cultural. Sin embargo, estas mismas peculiaridades en su fabricación, sus cualidades estéticas y la iconografía utilizada, han ocasionado que empresas, diseñadores y comerciantes hayan intentado reproducirlos sin autorización de sus creadores.

Fue a inicios de los años sesenta cuando se originó este tipo particular de bordados, gracias al intercambio comercial y cultural que se llevaba a cabo entre los pueblos San Nicolás, Tenango de Doria y San Pablito Pahuatlán. Durante los días de plaza, los bordadores de Tenango vendían servilletas y manteles de manta decorados con la técnica de punto de cruz, pero se dieron cuenta de que ésta era muy tardada y decidieron cambiarla a la conocida como “pasado cruzado”. Las figuras elaboradas sobre el lienzo ya representaban la flora y la fauna de la región, pero después se incluyeron escenas de la vida cotidiana y festiva. Algunos bordadores incluso mencionan que la iconografía original se basó en las pinturas rupestres que se encontraron en una cueva cerca a El Cirio, espacio sagrado para los habitantes de la región. Por ello, inicialmente los bordados sólo eran en colores rojos y negros, haciendo alusión a aquellas pinturas.

Esta pieza titulada Lienzo de animales fantásticos está elaborada con la técnica clásica del “pasado cruzado” con hilos de algodón multicolores. Los tonos elegidos son contrastantes y no tienen que ver con el color original del animal representado, característica esencial de estos trabajos. Diseños como el de este tejido son interpretaciones particulares de la realidad y provienen de la imaginación de los bordadores, por lo que cada uno es original e irrepetible. Además, según los criterios de fabricación de los Tenangos, no deben verse los trazos del dibujo a través de los hilos, la parte trasera del textil tiene que ir sin pliegues, y la puntada necesita verse como una línea continua que traza toda la figura, elementos que les permiten a sus creadores establecer fronteras de identidad étnica y regional. Por su valor artístico y cultural, es imprescindible conocer estos materiales, conservarlos y difundirlos.

Material de apoyo:

Vargas González, Pablo, “Pobreza, migración y desempleo: mujeres en la región otomí-tepehua de hidalgo”, en Nueva Antropología, vol. 34, núm. 75, diciembre de 2011, pp. 93-109.

Vázquez y de los Santos, Elena, Los Tenangos. Mitos y ritos bordados. Arte textil hidalguense, Conaculta, México, 2012.

 
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