A principios del siglo xx, los espacios para estudiantes extranjeros en París comenzaron a escasear; los hoteles y las casas de huéspedes ubicados en el Barrio Latino resultaron insuficientes ante la demanda creciente de habitaciones. Por ello, las primeras concepciones sobre la creación de una Ciudad Universitaria se plasmaron por escrito en un decreto del 6 de junio de 1925, en donde se reconoció al proyecto bajo la denominación de Institución de Utilidad Pública. Ya, desde entonces, México tenía asegurado un lugar.
Aquí mostramos una carta de 1922 [en francés] en la que se lee cómo la comunidad de mexicanos en París había manifestado su interés en crear una Casa de México. Entre los interesados también se encontraba la Asociación Médica Franco-Mexicana, y con ellos se acordó entregar un terreno para nuestro país, tal como consta en un documento fechado el 12 de noviembre de 1926. Dicha asociación organizaba eventos para reunir fondos. El camino aún se antojaba largo y lleno de dificultades económicas para llevar a buen puerto el naciente proyecto. El primero en considerar importante que la Universidad contara con terrenos para recibir a estudiantes extranjeros fue el senador André Honnorat, quien afirmó ante la Cámara: “Es el preciso momento en que de todos los rincones del mundo, los estudiantes, como en tiempos de Abelardo, acudan a la montaña de Santa Genoveva…”, haciendo referencia al hecho del pasado remoto que fundó la Universidad de la Sorbona. Como ministro de la Instrucción Pública (1920) consolidó el proyecto de la Ciudad Universitaria de París, mismo que fue concebido en el periodo de entreguerras, con el objetivo de demostrar que la convivencia entre los estudiantes, investigadores y artistas del planeta podría propiciar un ambiente de respeto y mutuo entendimiento de los diversos modos de comprender el mundo si aquello que los une es la educación, y así, el 25 de diciembre de 1925, llegó la noticia de la formación de un Comité Franco-Mexicano para la construcción de la Casa del Estudiante Mexicano en París. En una temprana visita de Honnorat a nuestro país, en su conferencia en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Universidad, expuso su proyecto, mismo que entusiasmó profundamente a los estudiantes y a las autoridades académicas. Si se desea ahondar en detalles, contamos con un artículo periodístico de 1932 en el que Charles Poncet relata, en castellano, el ambiente de la joven Ciudad Universitaria de París.