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Funcionarios fuera de la empresa Chocolates Turín

Funcionarios fuera de la empresa Chocolates Turín

 
 

Institución: Mediateca inah

Turín, ciudad italiana ubicada al pie de los Alpes y rodeada por los ríos Po y Dora, es la capital de la actual región de Piamonte, un sitio con más de dos mil años de historia, y poseedor de un patrimonio cultural y arquitectónico sumamente valioso. Pero uno de los factores que más se reconoce de este lugar es su tradición chocolatera, misma que surgió alrededor del año 1560 gracias a Emmanuel Filiberto, duque de Saboya, quien estuvo al servicio de Carlos IV y de Felipe II, debido a lo cual conoció este alimento originario de América. La capital de Saboya se trasladó de Madrid a Chambéry en 1557 y tres años después a Turín, momento de celebración que el duque consideró el ideal para presentar a todos la maravilla gastronómica extranjera que a partir de esa ocasión caracterizaría a su ciudad. Así, en poco menos de un siglo, se convertiría en uno de los centros más importantes de producción de chocolate en Europa.

 

Con el tiempo surgirían reconocidos maestros chocolateros y la ciudad albergaría a pasteleros y chefs de todas las naciones vecinas interesados en conocer el arte de la elaboración de este delicioso producto. También se crearían diferentes tipos de presentaciones, desde bebidas hasta pastas untables, tabletas, bombones, o los ya conocidos Cremini o Ferrero; este último, por cierto, lleva el nombre de su creador, Pietro Ferrero, originario de ese lugar. A finales de la década de los veinte del siglo xx, arribó a nuestro país don Pablo Traverso, profesional chocolatero quien llegó con la idea de instalar un negocio aprovechando la materia prima originaria de los campos mexicanos y fusionándola con recetas exclusivas y técnicas europeas. Así, en 1928 fundó la empresa Turín, cuyo primer edificio se instaló en la Calzada de Guadalupe número 402, como puede observarse en la fotografía que presentamos en esta ocasión como objeto destacado.

 

La imagen es de 1929, apenas un año después de la fundación de la empresa, y muestra a varios miembros de la compañía, todos de traje, por lo que podríamos suponer que se trata de un momento especial, quizá el primer aniversario de su apertura. En la parte central, casi en medio de la puerta, aparece un personaje que podría ser el mismo Pedro Traverso, de fisonomía un tanto diferente del resto de sus acompañantes. Seguramente en la foto también aparece su socio, Jesús Peñaloza, quien fue el que puso el capital para la apertura del negocio. Con el tiempo, David Peñaloza, hijo de don Jesús, quedaría a cargo de ella. Él fue quien compró más propiedades en los alrededores para ampliar la planta y comenzar la expansión de la firma, alrededor de 30 años después de su fundación. Aunque en la actualidad la empresa Turín ya no es completamente mexicana, sus dulces típicos, como los conejitos de chocolate, siguen fabricándose y todavía se considera uno de los negocios con más tradición en el medio empresarial mexicano.

 

Material de apoyo:

Pinceladas de 100 líderes empresariales, México, RHHR Group, 2017.

Superbrands México. Un recorrido por algunas de las marcas más grandes y confiables de México, vol. vii, México, Suprebrands, 2014.

 

Institución: Mediateca inah

Turín, ciudad italiana ubicada al pie de los Alpes y rodeada por los ríos Po y Dora, es la capital de la actual región de Piamonte, un sitio con más de dos mil años de historia, y poseedor de un patrimonio cultural y arquitectónico sumamente valioso. Pero uno de los factores que más se reconoce de este lugar es su tradición chocolatera, misma que surgió alrededor del año 1560 gracias a Emmanuel Filiberto, duque de Saboya, quien estuvo al servicio de Carlos IV y de Felipe II, debido a lo cual conoció este alimento originario de América. La capital de Saboya se trasladó de Madrid a Chambéry en 1557 y tres años después a Turín, momento de celebración que el duque consideró el ideal para presentar a todos la maravilla gastronómica extranjera que a partir de esa ocasión caracterizaría a su ciudad. Así, en poco menos de un siglo, se convertiría en uno de los centros más importantes de producción de chocolate en Europa.

Con el tiempo surgirían reconocidos maestros chocolateros y la ciudad albergaría a pasteleros y chefs de todas las naciones vecinas interesados en conocer el arte de la elaboración de este delicioso producto. También se crearían diferentes tipos de presentaciones, desde bebidas hasta pastas untables, tabletas, bombones, o los ya conocidos Cremini o Ferrero; este último, por cierto, lleva el nombre de su creador, Pietro Ferrero, originario de ese lugar. A finales de la década de los veinte del siglo xx, arribó a nuestro país don Pablo Traverso, profesional chocolatero quien llegó con la idea de instalar un negocio aprovechando la materia prima originaria de los campos mexicanos y fusionándola con recetas exclusivas y técnicas europeas. Así, en 1928 fundó la empresa Turín, cuyo primer edificio se instaló en la Calzada de Guadalupe número 402, como puede observarse en la fotografía que presentamos en esta ocasión como objeto destacado.

La imagen es de 1929, apenas un año después de la fundación de la empresa, y muestra a varios miembros de la compañía, todos de traje, por lo que podríamos suponer que se trata de un momento especial, quizá el primer aniversario de su apertura. En la parte central, casi en medio de la puerta, aparece un personaje que podría ser el mismo Pedro Traverso, de fisonomía un tanto diferente del resto de sus acompañantes. Seguramente en la foto también aparece su socio, Jesús Peñaloza, quien fue el que puso el capital para la apertura del negocio. Con el tiempo, David Peñaloza, hijo de don Jesús, quedaría a cargo de ella. Él fue quien compró más propiedades en los alrededores para ampliar la planta y comenzar la expansión de la firma, alrededor de 30 años después de su fundación. Aunque en la actualidad la empresa Turín ya no es completamente mexicana, sus dulces típicos, como los conejitos de chocolate, siguen fabricándose y todavía se considera uno de los negocios con más tradición en el medio empresarial mexicano.

Material de apoyo:

Pinceladas de 100 líderes empresariales, México, RHHR Group, 2017.

Superbrands México. Un recorrido por algunas de las marcas más grandes y confiables de México, vol. vii, México, Suprebrands, 2014.

 
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