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Desagüe del Valle de México

Desagüe del Valle de México

 
 

Institución: Archivo General de la Nación

Nezahualcóyotl edificó en 1449 el gran dique de piedra y madera que protegió a la ciudad de inundaciones y solidificó su alianza política con los mexicas. Los españoles del siglo xvi llamaron “albarradón” a esa separación de aguas salobres de Texcoco y aguas dulces de la laguna Tenochca.

Durante la Colonia una laguna era vista como “agua muerta”, peligrosa para la urbe y sus habitantes. En 1608 se comenzó un socavón en Nochistongo, primer desagüe artificial del valle y obra de ingeniería, no obstante, descalificada por el virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel. En 1629 la capital de la Nueva España volvió a sufrir otra anegación desastrosa. Terribles inundaciones ocurrieron en 1707 y 1714. Para entonces se habían mezclado las aguas de Zumpango, Xaltocan y San Cristóbal.

Cosme Antonio de Mier y Trespalacios, autor de este mapa, fue encargado en 1789 del desagüe. Entre 1792 y 1795, la ciudad volvió a anegarse. Las atarjeas y los caños del sistema estaban sobrepasados. Este mapa acompañó al virrey marqués de Branciforte en 1796 en su inspección del drenaje.

 

Institución: Archivo General de la Nación

Nezahualcóyotl edificó en 1449 el gran dique de piedra y madera que protegió a la ciudad de inundaciones y solidificó su alianza política con los mexicas. Los españoles del siglo xvi llamaron “albarradón” a esa separación de aguas salobres de Texcoco y aguas dulces de la laguna Tenochca.

Durante la Colonia una laguna era vista como “agua muerta”, peligrosa para la urbe y sus habitantes. En 1608 se comenzó un socavón en Nochistongo, primer desagüe artificial del valle y obra de ingeniería, no obstante, descalificada por el virrey Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel. En 1629 la capital de la Nueva España volvió a sufrir otra anegación desastrosa. Terribles inundaciones ocurrieron en 1707 y 1714. Para entonces se habían mezclado las aguas de Zumpango, Xaltocan y San Cristóbal.

Cosme Antonio de Mier y Trespalacios, autor de este mapa, fue encargado en 1789 del desagüe. Entre 1792 y 1795, la ciudad volvió a anegarse. Las atarjeas y los caños del sistema estaban sobrepasados. Este mapa acompañó al virrey marqués de Branciforte en 1796 en su inspección del drenaje.

 
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