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Colección de antigüedades mexicanas de Aubin

Colección de antigüedades mexicanas de Aubin

 
 

Notice sur une collection d’antiquités mexicaines de Joseph Marius Alexis Aubin

Joseph Marius Alexis Aubin nació en Francia en 1802, en Tourrettes-les-Faïnces; realizó estudios superiores en matemáticas y dibujo en la Escuela de Bellas Artes de París y fue director de la École Normal Superior. En 1830 desembarcó en México con el objetivo de ejecutar investigaciones físicas y astronómicas para la secretaría francesa de Instrucción Pública. Sus planes iniciales no tardaron en cambiar, quedó impresionado por la inmensa cantidad de vestigios arqueológicos de las antiguas civilizaciones americanas. Además de los ancestrales monumentos arquitectónicos que estaban dispersos sobre el suelo mexicano —pudo visitar algunos—, en las colecciones particulares de la ciudad capital encontró reunidas de tres a cuatro mil antigüedades entre las que destacó esculturas zoomorfas, antropomorfas, ídolos, bustos de divinidades, recipientes de cerámica y otros utensilios diversos; lo anterior, contradecía la opinión generalmente admitida sobre el estado estacionario del arte de los indígenas.

 

El interés de Aubin por las pasadas civilizaciones americanas lo llevaron al estudio del náhuatl y a la adquisición de algunos códices y manuscritos prehispánicos y coloniales, que en ese entonces estaban en manos de los hijos del astrónomo y estudioso de los monumentos escultóricos de los aztecas Antonio de León y Gama. Todo ese material que tuvo en su poder este último originalmente formaba parte del Museo Histórico Indiano, que Lorenzo Boturini, desde su llegada a la Nueva España en 1736, reunió durante seis años gracias a los viajes que realizó por este territorio. En 1743 sus documentos fueron confiscados por las autoridades novohispanas y, después de su muerte —ocurrida en 1755 en Madrid, España—, se remitieron a la Secretaría del Virreinato para luego quedar resguardados en la biblioteca de la Real Universidad de México, donde varios de esos lienzos y manuscritos indígenas que colectó el italiano fueron consultados por De León y Gama, quien sacó copias exactas gracias a la hábil mano del presbítero José Antonio Pichardo.

 

En 1832, Aubin compró su colección a los descendientes de De León y Gama y dos años después, usando algunos artificios —por no decir artimañas— para que las autoridades del gobierno mexicano no se percataran, los extrajo de nuestro país y los llevó consigo a París. Hubo que esperar hasta 1851 para que se publicara en Francia este primer catálogo cuyo título en español es La colección de antigüedades mexicanas (pinturas y manuscritos) de Joseph Marius Alexis Aubin, que hoy presentamos como objeto destacado en Memórica. En 1889 este investigador francés y pionero en el desciframiento de la escritura glífica de los nahuas vendió su colección a Eugène Goupil, quien en ese mismo año exhibió las piezas más importantes en la Exposición Universal de París, y nueve años después de su muerte y por decisión propia, su viuda donó esta colección a la Biblioteca Nacional de Francia y hoy conforma uno de los acervos con códices pintados originales de tradición indígena y manuscritos mexicanos del siglo xvi más grandes que existen fuera de nuestro país.

 

El el libro de Aubin puede ser considerado el primer catálogo del fonds mexicain (Fondo mexicano) que se resguarda en la mencionada biblioteca y al que se le han incorporado acervos de otros investigadores, quienes también llevaron documentos de nuestro país a Francia durante el siglo xix. En el caso de esta publicación, el autor utilizó comentarios que Boturini publicó en 1743 sobre su Museo Indiano para señalar las pinturas mexicanas, manuscritos en náhuatl y español que pertenecieron a la colección. Cabe destacar que el personaje que nos ocupa hizo copias de los códices Cruz, Azcatitlan, Quinatzin, Aubin, Mexicanus, Rueda Calendárica de Veitia, Cozcatzin, Historia Mexicana de 1221 hasta 1594, Tira Tepechpan, Tlotzin, Calendario Circular de Valadés, Tonalamatl Aubin y Mapa Sigüenza, entre otros, que también se encuentran en el Fondo mexicano y en la actualidad resultan de gran utilidad para reconstruir la información perdida de sus respectivos originales.

 

Material de apoyo:
Aubin, Joseph Marius Alexis, Memorias sobre la pintura didáctica y la escritura figurativa de los antiguos mexicanos, edición e introducción de Patrice Giasson, traducción de Francisco Zaballa y Patrice Giasson, presentación de Miguel León-Portilla, México, unam, 2002, 121 pp.

Bejarano Almada, María de Lourdes, “José Antonio Pichardo, humanista del siglo xvii”, en Inventio. La génesis de la cultura universitaria en Morelos, año 13, núm. 30, julio y octubre de 2017 (Universidad Autónoma del Estado de Morelos), pp. 44-55.

Boban, Eugène, Documents pour servir à l´histoire du Mexique: catalogue raisonné de la collection de M. E.-Eugène Goupil (ancienne collection J-M-A. Aubin), manuscrits figuratifs et autres sur papier indigène d’agave mexicana et sur papier européen antérieurs et postérieurs a la conquête du Mexique (XVIe siècle) avec une introduction de M. E.- Eugène Goupil et une letter-préface de M. Auguste Génin, E., 2 vols., Paris, Ernest Leroux, Éditeur, 1891. Recuperado de Gallica.

 

Burrus, Ernest J., “Clavigero and the lost Sigüenza y Góngora manuscript”, en Estudios de Cultura Náhuatl, vol. 1, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, 1959, pp. 59-90.

Moreno de los Arcos, Roberto, “La Colección Boturini y las fuentes de la obra de Antonio León y Gama”, en Estudios de Cultura Náhuatl>, vol. 9, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, 1971, pp. 253-270.

Moreno Espinoza, Roberto, “La historia antigua de México de Antonio de León y Gama”, en Estudios de Historia Novohispana, núm. 7, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, México, 1981, pp. 49-78.

 

Notice sur une collection d’antiquités mexicaines de Joseph Marius Alexis Aubin

Joseph Marius Alexis Aubin nació en Francia en 1802, en Tourrettes-les-Faïnces; realizó estudios superiores en matemáticas y dibujo en la Escuela de Bellas Artes de París y fue director de la École Normal Superior. En 1830 desembarcó en México con el objetivo de ejecutar investigaciones físicas y astronómicas para la secretaría francesa de Instrucción Pública. Sus planes iniciales no tardaron en cambiar, quedó impresionado por la inmensa cantidad de vestigios arqueológicos de las antiguas civilizaciones americanas. Además de los ancestrales monumentos arquitectónicos que estaban dispersos sobre el suelo mexicano —pudo visitar algunos—, en las colecciones particulares de la ciudad capital encontró reunidas de tres a cuatro mil antigüedades entre las que destacó esculturas zoomorfas, antropomorfas, ídolos, bustos de divinidades, recipientes de cerámica y otros utensilios diversos; lo anterior, contradecía la opinión generalmente admitida sobre el estado estacionario del arte de los indígenas.

El interés de Aubin por las pasadas civilizaciones americanas lo llevaron al estudio del náhuatl y a la adquisición de algunos códices y manuscritos prehispánicos y coloniales, que en ese entonces estaban en manos de los hijos del astrónomo y estudioso de los monumentos escultóricos de los aztecas Antonio de León y Gama. Todo ese material que tuvo en su poder este último originalmente formaba parte del Museo Histórico Indiano, que Lorenzo Boturini, desde su llegada a la Nueva España en 1736, reunió durante seis años gracias a los viajes que realizó por este territorio. En 1743 sus documentos fueron confiscados por las autoridades novohispanas y, después de su muerte —ocurrida en 1755 en Madrid, España—, se remitieron a la Secretaría del Virreinato para luego quedar resguardados en la biblioteca de la Real Universidad de México, donde varios de esos lienzos y manuscritos indígenas que colectó el italiano fueron consultados por De León y Gama, quien sacó copias exactas gracias a la hábil mano del presbítero José Antonio Pichardo.

En 1832, Aubin compró su colección a los descendientes de De León y Gama y dos años después, usando algunos artificios —por no decir artimañas— para que las autoridades del gobierno mexicano no se percataran, los extrajo de nuestro país y los llevó consigo a París. Hubo que esperar hasta 1851 para que se publicara en Francia este primer catálogo cuyo título en español es La colección de antigüedades mexicanas (pinturas y manuscritos) de Joseph Marius Alexis Aubin, que hoy presentamos como objeto destacado en Memórica. En 1889 este investigador francés y pionero en el desciframiento de la escritura glífica de los nahuas vendió su colección a Eugène Goupil, quien en ese mismo año exhibió las piezas más importantes en la Exposición Universal de París, y nueve años después de su muerte y por decisión propia, su viuda donó esta colección a la Biblioteca Nacional de Francia y hoy conforma uno de los acervos con códices pintados originales de tradición indígena y manuscritos mexicanos del siglo xvi más grandes que existen fuera de nuestro país.

El el libro de Aubin puede ser considerado el primer catálogo del fonds mexicain (Fondo mexicano) que se resguarda en la mencionada biblioteca y al que se le han incorporado acervos de otros investigadores, quienes también llevaron documentos de nuestro país a Francia durante el siglo xix. En el caso de esta publicación, el autor utilizó comentarios que Boturini publicó en 1743 sobre su Museo Indiano para señalar las pinturas mexicanas, manuscritos en náhuatl y español que pertenecieron a la colección. Cabe destacar que el personaje que nos ocupa hizo copias de los códices Cruz, Azcatitlan, Quinatzin, Aubin, Mexicanus, Rueda Calendárica de Veitia, Cozcatzin, Historia Mexicana de 1221 hasta 1594, Tira Tepechpan, Tlotzin, Calendario Circular de Valadés, Tonalamatl Aubin y Mapa Sigüenza, entre otros, que también se encuentran en el Fondo mexicano y en la actualidad resultan de gran utilidad para reconstruir la información perdida de sus respectivos originales.

Material de apoyo:
Aubin, Joseph Marius Alexis, Memorias sobre la pintura didáctica y la escritura figurativa de los antiguos mexicanos, edición e introducción de Patrice Giasson, traducción de Francisco Zaballa y Patrice Giasson, presentación de Miguel León-Portilla, México, unam, 2002, 121 pp.

Bejarano Almada, María de Lourdes, “José Antonio Pichardo, humanista del siglo xvii”, en Inventio. La génesis de la cultura universitaria en Morelos, año 13, núm. 30, julio y octubre de 2017 (Universidad Autónoma del Estado de Morelos), pp. 44-55.

Boban, Eugène, Documents pour servir à l´histoire du Mexique: catalogue raisonné de la collection de M. E.-Eugène Goupil (ancienne collection J-M-A. Aubin), manuscrits figuratifs et autres sur papier indigène d’agave mexicana et sur papier européen antérieurs et postérieurs a la conquête du Mexique (XVIe siècle) avec une introduction de M. E.- Eugène Goupil et une letter-préface de M. Auguste Génin, E., 2 vols., Paris, Ernest Leroux, Éditeur, 1891. Recuperado de Gallica.

Burrus, Ernest J., “Clavigero and the lost Sigüenza y Góngora manuscript”, en Estudios de Cultura Náhuatl, vol. 1, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, 1959, pp. 59-90.

Moreno de los Arcos, Roberto, “La Colección Boturini y las fuentes de la obra de Antonio León y Gama”, en Estudios de Cultura Náhuatl>, vol. 9, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, 1971, pp. 253-270.

Moreno Espinoza, Roberto, “La historia antigua de México de Antonio de León y Gama”, en Estudios de Historia Novohispana, núm. 7, Instituto de Investigaciones Históricas-unam, México, 1981, pp. 49-78.

 
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