Institución: Museo Nacional de Arte
Esta obra, custodiada por el Museo Nacional de Arte (Munal), es una muestra de las múltiples expresiones populares mexicanas. La técnica se conoce como arte en popote o popotillo. Los cuadros se realizan con fibras secas de zacate cambray, una variedad de pasto silvestre que crece en los cerros del valle de México, en las faldas del Popocatépetl y el Nevado de Toluca, y en las zonas montañosas de los estados de Morelos, Hidalgo y Michoacán. El especialista Carlos Espejel comenta que el auge de esta expresión artística fue en el siglo xix. La popotería está fuertemente vinculada con el turismo, pues es muy atractiva para los visitantes, tanto paisanos como extranjeros, de las localidades donde se produce. En la actualidad, familias enteras continúan con la tradición de sus antepasados.
El proceso de creación de un mosaico es laborioso y requiere gran atención al detalle. Comienza desde que el popotillo se recoge cuando está seco, entre los meses de diciembre a marzo. El artesano tiñe las varillas en una mezcla de agua y anilinas o algún otro colorante de origen natural y se dejan de nuevo al sol. Varios artistas señalan que el teñido de las fibras es una de las partes más importantes del proceso, pues la gama de colores que obtienen depende de su conocimiento. Luego, se dibuja el diseño elegido sobre un espacio rígido, o simplemente lo plasman sobre la marcha desde la experiencia, la memoria o la creatividad. En esa superficie se aplica una delgada capa de cera de Campeche, resina de árbol o de abeja, y se van cortando a voluntad los trozos de popotillo en finas secuencias para crear las imágenes deseadas. Algunos de los motivos más recurrentes ilustrados por los artesanos que practican esta técnica son los paisajes y los personajes costumbristas mexicanos.
Institución: Museo Nacional de Arte
Esta obra, custodiada por el Museo Nacional de Arte (Munal), es una muestra de las múltiples expresiones populares mexicanas. La técnica se conoce como arte en popote o popotillo. Los cuadros se realizan con fibras secas de zacate cambray, una variedad de pasto silvestre que crece en los cerros del valle de México, en las faldas del Popocatépetl y el Nevado de Toluca, y en las zonas montañosas de los estados de Morelos, Hidalgo y Michoacán. El especialista Carlos Espejel comenta que el auge de esta expresión artística fue en el siglo xix. La popotería está fuertemente vinculada con el turismo, pues es muy atractiva para los visitantes, tanto paisanos como extranjeros, de las localidades donde se produce. En la actualidad, familias enteras continúan con la tradición de sus antepasados.
El proceso de creación de un mosaico es laborioso y requiere gran atención al detalle. Comienza desde que el popotillo se recoge cuando está seco, entre los meses de diciembre a marzo. El artesano tiñe las varillas en una mezcla de agua y anilinas o algún otro colorante de origen natural y se dejan de nuevo al sol. Varios artistas señalan que el teñido de las fibras es una de las partes más importantes del proceso, pues la gama de colores que obtienen depende de su conocimiento. Luego, se dibuja el diseño elegido sobre un espacio rígido, o simplemente lo plasman sobre la marcha desde la experiencia, la memoria o la creatividad. En esa superficie se aplica una delgada capa de cera de Campeche, resina de árbol o de abeja, y se van cortando a voluntad los trozos de popotillo en finas secuencias para crear las imágenes deseadas. Algunos de los motivos más recurrentes ilustrados por los artesanos que practican esta técnica son los paisajes y los personajes costumbristas mexicanos.
Material de apoyo:
Mosaicos de popotillo. Disponible aquí.
Popotillo. Fibras vegetales del estado de Estado de México. Disponible aquí.
Rodríguez, Jesús, “Artesanía y color con técnica prehispánica. Popotillo multicolor para la creación de cuadros”. Disponible aquí.
