La Escuela Nacional de Artes Plásticas: la Generación
de la Ruptura y el movimiento del 68
La Escuela Nacional de Artes Plásticas: la Generación
de la Ruptura y el movimiento del 68
Con la consolidación de la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda en 1943 (cuyo origen fue la
Escuela al Aire Libre de Escultura y Talla en Madera de 1927) la formación de jóvenes
artistas se diversificó y dejó de ser una tarea exclusiva de la Academia de San Carlos.
Egresados de ambas instituciones promovieron un nuevo estilo de arte que se oponía a los
grandes maestros del muralismo y a la Escuela Nacional de Pintura; muchos de los jóvenes
formados en ambas instituciones pasaron a la historia como la Generación de la Ruptura.
En la Escuela Nacional de Artes Plásticas (enap) los estudiantes se politizaban. Ya en
1966 habían organizado una huelga por su inconformidad en el manejo de la escuela por el
director José Arellano Fisher, por ello no sorprende su participación activa en el
movimiento estudiantil de 1968 que fue contundente; los jóvenes y profesores fueron los
creadores de la estética visual de movimiento a través (y sobre todo) de la gráfica,
gracias a su maravillosa capacidad de reproducción de las obras, es decir, en la
elaboración de carteles que inundaron las calles de la Ciudad de México.
Ese mismo año, 1968,
ocurren dos eventos fundamentales en su historia: ante la falta de
espacio para albergar la colección de obras de la institución se creó el
Museo Nacional de San Carlos, con sede en la casa de los condes de
Buenavista realizada por el antiguo académico valenciano Manuel Tolsá.
También se crea la División de Estudios de Posgrado que impartía la
maestría en artes visuales.
Con la consolidación de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y
Grabado La Esmeralda en 1943 (cuyo origen fue la Escuela al Aire Libre de Escultura y
Talla en Madera de 1927) la formación de jóvenes artistas se diversificó y dejó de ser
una tarea exclusiva de la Academia de San Carlos. Egresados de ambas instituciones
promovieron un nuevo estilo de arte que se oponía a los grandes maestros del muralismo y
a la Escuela Nacional de Pintura; muchos de los jóvenes formados en ambas instituciones
pasaron a la historia como la Generación de la Ruptura.
En la Escuela Nacional de Artes Plásticas (enap) los estudiantes se politizaban. Ya en
1966 habían organizado una huelga por su inconformidad en el manejo de la escuela por el
director José Arellano Fisher, por ello no sorprende su participación activa en el
movimiento estudiantil de 1968 que fue contundente; los jóvenes y profesores fueron los
creadores de la estética visual de movimiento a través (y sobre todo) de la gráfica,
gracias a su maravillosa capacidad de reproducción de las obras, es decir, en la
elaboración de carteles que inundaron las calles de la Ciudad de México.
Ese mismo año, 1968, ocurren dos eventos fundamentales en su
historia: ante la falta de espacio para albergar la colección de obras
de la institución se creó el Museo Nacional de San Carlos, con sede en
la casa de los condes de Buenavista realizada por el antiguo académico
valenciano Manuel Tolsá. También se crea la División de Estudios de
Posgrado que impartía la maestría en artes visuales.