El Banco Federal Mexicano. Una propuesta de banco único de emisión
Institución: Centro de Estudios de Historia de México Carso
El Centro de Estudios de Historia de México Carso resguarda —entre sus numerosos y valiosos acervos documentales— el Fondo Manuscritos del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista 1889-1920, el cual está dividido en ocho secciones, cuenta con una guía, así como índices documental y onomástico, disponible para su consulta en línea en la página web del Centro.
En dicho fondo se encuentra resguardado un documento sin autor, fechado el 22 de diciembre de 1916, en el Distrito Federal, que contiene una propuesta para la creación de un banco único de emisión. A lo largo de veintiún páginas, encontramos una exposición sobre la etimología de la palabra “banco”; una reseña de este tipo de instituciones en Europa, como el de Venecia; una descripción de la operación de los bancos en México facultados para emitir billetes y ponerlos en circulación y, finalmente, reflexiones sobre la propuesta del banco único de emisión.
El documento fue enviado a Venustiano Carranza tres años después de que éste diera un discurso en Hermosillo, Sonora, en el cual anunció el proyecto de un banco único de emisión, entre otros temas. Cabe mencionar que la creación de este tipo de instituciones se realizó en Europa desde finales del siglo xix, bajo el carácter de públicos, privados o mixtos.
En México, el establecimiento de un banco de este tipo formó parte del programa del presidente Carranza para reformar el sistema bancario porfirista, suprimiendo la multiplicidad de instituciones con dicha atribución y buscando garantizar la autonomía financiera del Estado. El programa carrancista incluyó la creación del papel moneda denominado “infalsificable”, con el propósito de remediar el caos generado durante la lucha armada por la circulación de diversos billetes emitidos por las facciones revolucionarias. Con el apoyo de Rafael Nieto, subsecretario de Hacienda, el presidente buscó establecer un banco único de emisión, pero no pudo realizarlo debido a la situación financiera y política del país.
En este contexto, el autor del documento referido expresa la necesidad del banco único de emisión para subsanar la situación financiera de México y propone seguir el ejemplo del Banco de Francia, el cual, a pesar de ser una institución privada, tenía el privilegio de emitir billetes, regularizar la circulación, hacer empréstitos al gobierno, entre otras funciones. Asimismo, considera que la nueva institución debe llamarse “Banco Federal Mexicano” a fin de manifestar su carácter representativo de toda la república.
Debido a la importancia del tema, existieron otros proyectos, como el que Alberto Stein envió en marzo de 1925 a Alberto Mascareñas (gerente general de la Comisión Monetaria y, a la postre, primer director gerente del Banco de México), o bien, el incluido en el texto “Historia de la legislación bancaria en México”, sin fecha. El elemento que comparten estos textos es la discusión sobre la naturaleza de la institución a establecer: ¿estatal o privado? y el control administrativo o económico que debía ejercer el gobierno.
Es importante mencionar que en el artículo 28 de la Constitución del 5 de febrero de 1917 quedó establecido que el Estado mexicano contaría con un banco controlado por el Gobierno Federal, el cual sería el único facultado para emitir billetes.
Además de los proyectos de banco único de emisión mencionados anteriormente, existieron otros como el elaborado por Agustín Legorreta, director del Banco Nacional de México, y la propuesta de Adolfo de la Huerta, secretario de Hacienda, pero no fue sino hasta el primero de septiembre de 1925, durante la presidencia de Plutarco Elías Calles, que el proyecto logró materializarse con la apertura del Banco de México.
La diversidad de propuestas referidas es muestra de la importancia que dieron los líderes del movimiento revolucionario constitucionalista a la creación de dicha institución como parte de la recomposición del sistema bancario nacional, así como de la estabilidad monetaria anhelada en el país.
Material de apoyo:
Cortés, M. A. “La Revolución Constitucionalista y su Banco Único de Emisión: la propuesta de Rafael Nieto”, en El Banco de México a través de sus constructores 1917-2017, Ludlow, L y M. E. Romero (coord.). México: unam-iih, Facultad de Economía, 2019 pp. 49-78.
Marichal, C. y T. Gambi (eds.). Historia bancaria y monetaria de América Latina (siglos xix y xx): nuevas perspectivas, Santander: Editorial de la Universidad de Cantabria; Alfenas: Universidad Federal de Alfenas, 2017.
Turrent, E. Historia del Banco de México. Antecedentes, fundación y despegue, México: Banco de México, 2015, Vol. I.
Otras Fuentes: Historia de la legislación bancaria en México. Archivo Histórico del Banco de México (ahbm), Fondo Banco de México, AI13-21/Caja 1478, Exp. 4.
Carta de Alberto Stein a Alberto Mascareñas sobre el establecimiento del Banco único de emisión. Banco de México Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca Patrimonio registrado en el Programa Memoria del Mundo México de la Unesco, en ahbm, Fondo Alberto Mascareñas, Caja 34, Exp. 2, Fs. 58-68.